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Si una persona ha de leer un solo libro en su vida, si debo recomendar un solo libro a alguien; ese libro sería este: Sapiens
En este libro el historiador Yuval Hoah Harari nos transporta a un viaje por la historia de nuestra especie, con términos simples y directos nos enseña aspectos fundamentales de la humanidad, abarcando cuestiones sociales, históricas, antropológicas y políticas.
Lo que más resalto de este libro es que nos ayuda a entender como estamos ligados a nuestros antepasados, por ejemplo muchas de las cuestiones que realizamos en la actualidad se deben a nuestro instinto de cazador de 10.000 años atrás.
Realicé algunas resaltados durante mi lectura que comparto a continuación y te invito a que consigas el libro; sin dudas será una lectura entretenida que te abrirá la mente a nuevas formas de ver a a nuestra especie.
Las distintas especies humanas
Lo que muchos aprendimos de la historia de los humanos es que hay una línea de descendencia directa entre las distintas especies de humanos, pero que no llegaron a convivir juntos.
Si existen otras especies animales que co-existen en la actualidad como perros o cerdos, ¿por qué no pudo ser lo mismo con los humanos? hace aproximadamente 10.000 años nuestro mundo fue el hogar de varias especies humana y hay evidencias que lo sustentan. Esta carencia de hermanos de otras especies hace que nos resulte difícil concebir la idea de que somos otra especie más en el reino animal, por lo que hasta ahora a algunos les resulta difícil reconocer que somos el resultado de la evolución.
El precio de una posición erguida.
Adaptarse a una posición erguida nos pasó la factura. La humanidad pagó por su visión descollante y por sus manos industriosas con dolores de espalda y tortícolis. Pero las mujeres pagaron más. Una andadura erecta requería caderas más estrechas, lo que redujo el canal del parto. La muerte en parto se convirtió en un riesgo importante. La selección natural favoreció los nacimientos más tempranos. En comparación con otros animales, los humanos nacen prematuramente, cuando mucho de sus sistemas vitales están aún subdesarrollados. Un potro ya puede trotar después de nacer, un gato a las pocas semanas ya puede buscar alimentos por su cuenta, pero los bebes humanos son dependientes aún por un buen tiempo hasta desarrollar sus primeras habilidades motrices.
Las grandes extinciones
Las grandes extinciones animales incluso en lugares recónditos coinciden con la llegada de los primeros humanos a dichos lugres. Nuestros ante pasados no vivían en armonía con la naturaleza como lo afirman románticamente algunos ecologistas, el Homo Sapiens llevó a la extinción a cerca de la mitad delas grandes bestias del planeta mucho antes que los humanos inventaran la rueda o las escrituras.
Si estuviéramos consientes de la cantidad de especies que ya hemos erradicado estaríamos más motivados en proteger a las que todavía sobreviven.
La revolución agrícola.
La revolución agrícola no trajo precisamente bienestar al ser humano. El agricultor medio trabajaba más duro que el cazador – recolector medio y a cambio obtenía una dieta peor. El cuerpo del homo sapiens no había evolucionado para la agricultura. Estaba adaptado para trepar árboles y correr tras gacelas. La columna vertebral, las rodillas, el cuello y l arco de los pies pagaron el precio. Los estudios de esqueletos antiguos indican que la transición a la agricultura implico una serie de dolencias.
De lujo a necesidad
Una de las leyes que nos enseña hasta la actualidad la historia es que los lujos tienden a convertirse en necesidades y generar nuevas obligaciones. Una vez que la gente se acostumbra a un lujo, lo da por sentado como parte de su vida, llegando finalmente a un punto de considerarlo imprescindible.
Hemos inventando un montón de aparatos para ahorrar tiempo y vivir más relajados, lavadoras, aspiradoras, teléfonos, computadoras. Nos ahorramos mucho tiempo y complicaciones gracias a muchos aparatos pero ¿vivimos una vida más relajada? La gente anteriormente escribía cartas para relatar algo importante. Ahora escribimos un whatsapp con cualquier tontería que se nos pasa por la cabeza. Recibimos decenas de mensajes al día y otro montón de notificaciones de diferentes aplicaciones a través de un aparato que en teoría nos debería servir para simplificar nuestras vidas y ahorrarnos tiempo.
Orden imaginado y mitos
Grandes civilizaciones fueron forjadas por mitos compartidos. Las normas sociales, los derechos humanos se sustentan en mitos compartidos. Es fácil decir que el código hamurabi o los diez mandamientos son solo mitos pero no queremos oír que los derechos humanos lo sean, tememos que la sociedad se desplome. Voltaire dijo: Dios no existe, pero lo digáis a mi criado, no sea que me asesine durante la noche.
¿Cómo se sostiene un orden imaginado como el cristianismo, la democracia o el capitalismo? Primero negando que sea algo imaginario y sosteniendo que es una realidad objetiva creada por los dioses o por las leyes de la naturaleza. Desde que nacen se les recuerda los principios de ese orden imaginado, se incorpora a historias, canciones, modas y propaganda política. El orden imaginado está incrustado en el mundo material y este orden imaginado moldea nuestros deseos.
El descubrimiento de la ignorancia.
Cuando la cultura humana reconoció que había muchas cosas importantes que no sabía, unido a la idea de que los descubrimientos científicos podrían proporcionar nuevos poderes, la gente empezó a creer que el progreso podría darse a través del conocimiento. Cuando la ciencia empezó a descubrir verdades y contradecir muchos mitos empezamos a creer que podíamos resolver problemas insolubles hasta el momento.